Angastaco es conocido por la muy antigua y pintoresca Finca El Carmen y su capilla construida promediando el 1700 y por las maravillosas vistas de la Quebrada de Las Flechas. Se dice de este último lugar que, se puede pasar cien veces por allí y se encontrarán nuevas, casi infinitas combinaciones de formas y colores…
Sin embargo, existen en Angastaco y sus alrededores, sitios aún poco conocidos por el turismo.
Pueden encontrarse lugares casi inexplorados, como las ruinas de sus pueblos originarios (en donde dicen residió el falso inca Pedro Bohorquez), su angosto del Río Angastaco en Río Adentro, Los Colorados y Guasaloma y; andando un poquito más, Pucará, Jasimana y Laguna de Los Patos.
Cuando se conocen estos paisajes, se comprende porque este pueblo no es un lugar para turistas apresurados que se conforman con echar un vistazo para seguir su viaje en busca de nuevos escenarios.
En Angastaco hay que quedarse unos días para disfrutar de sus cosas buenas, de su buena gente. Son reconocidas sus exquisitas mistelas, de incomparable perfume, sus licores, sus vinos regionales y «pateros», productos realizados artesanalmente, con herramientas y a la usanza de los viejos tiempo. No conoce esta faceta del pueblo quien no ha visitado y degustado productos de la bodega Familia de Juan Cruz o de la Bodega Don Teodoro de Jorge Flores, por nombrar solo algunas. En las tardes, es posible acompañar unos ricos mates con repostería vallista o tortillas a la parrilla, hechas como hace tiempo.
Este pequeño pueblo ofrece al viajero la belleza de su iglesia nueva, la humildad de su iglesia vieja en Pueblo Viejo, hecha de adobe, con techo de caña y piso de ladrillo. Existe también, un museo de dos salas (en el Centro Cívico) y un Centro de Artesanos. Es posible observar a estos trabajando como en el Taller San José, propiedad de Don Lauro Delgado donde se realizan trabajos en madera de cardón. La gastronomía de la zona puede ser degustada en comedores, como “El Zeta”, “Pachamama Huasi” o el clásico “Rincón Florido”. Existen otras opciones de hospedaje como el residencial familiar “El Cardón” o la Hostería Angastaco, dependiente de la Municipalidad.